En los ochentas y noventas yo pasaba largos meses del año en Buenos Aires, participando de una comunidad de pensadores de la amerindia. Gracias a nuestro amigo José Pérez Gollán, director del Museo Etnográfico de la UBA, conocí la obra de Anne Champan sobre los Selknam. Escribí estos poemas (inéditos hasta hoy) y otros textos en esos años de descubrimiento de la América profunda y siempre negada.
Cecilia Vicuña
………………
Jelj
Jelj, la ceremonia de paz:
meditar y esquivar las flechas.
Temánkel, el dios
y Kénos su enviado
Cultos no,
ofrendas sí,
…………….decían
Hohuen,
los primeros creados
eran cerros y estrellas.
Hachai, el espíritu
de las piedras negras
Short, el espíritu
de las piedras blancas.
¿Y las piedras con musgo?
………………
La nadadora
No es un canto,
es un ser de voces
la nadadora.
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Yuepín
Sus pastos,
sus pastos
en el cuerpo
del encargo
………………yuepín
no hay
que cantar
el canto
de otro
………………a menos
………………que
venga
en sueños
………………a menos
………………que
te lo den
por encargo
………………desde
………………el más
………………allá.
………………
X.
“A pretense of grass”
Barbara Guest
No fué un accidente
la extinción
Fue un efecto buscado,
una intención.
Un propósito
de las compañías:
Tomarse Tierra del Fuego
Borrar el estorbo
Selknam.
Des
hacerse
Del estorbo:
sus canciones
su cuerpo,
su historia.
Su modo
e’ vivir
Libre y suelto
Fluidez de
las especies
de Karukinká!
Ya sin ellos,
los pastos.
¿qué son?
Ya no pueden
cantar
Se fué el Selk’nam
Y una a una
se fueron
las especies.
El guanaco,
el molusco
y el pasto
Karukinká.
………………
Lolaá*
Te hicieron mén
diga
……..Lolaá
……..Lola Maris
……..Mariscadora
Te hicieron
Lolaá
……..tu erás
grandes tetas
naúfragas
Con ropá
te encerraron
Lola Kiepjá
Con ropa
te guardaron
Naúfragos flotadores
tus tetas Lolaá
ya no bajando
ya no
ya no a maris
………………..car
mari
……..men
mariscar
Atina sentir
tus grandes tetas
mariscadoras
mariscadoras
ya no
ya no
ya no
su mariscal
ya no
ya no
ya no
naúfragos flotadores
tus tetas
Lolaá
ya no hay mariscal!
……..
……..
……..
……..
*Nota: Lola Kiepjá, la última shamana Selk’nam murió en l966.
Con ella murió el conocimiento, la lengua y el pueblo Selk’nam.
Las grandes compañías pagaban 1 Libra esterlina por cada Selk’nam muerto, pero pagaban 2 Libras por cada mujer Selk’nam muerta. La prueba de la muerte era una oreja cercenada (para ellos) y para ellas, las tetas cercenadas.
¡Hermosa síntesis, que imagen ad infinitum del espíritu, en el cuerpo de la nadadora…